(artículo de Paulino Pastor publicado en Aire Limpio News)
El pasado 5 de abril se aprobó en Consejo de Ministros la modificación del Reglamento de Instalaciones Térmicas (normalmente conocido como RITE). El nuevo Reglamento ha incorporado la obligatoriedad de llevar a cabo dos nuevas operaciones de inspección relacionadas con la calidad ambiental en interiores, dentro del listado de operaciones de mantenimiento descrito en la ITE 3.
Operación nº 38. Revisión de la red de conductos según criterio de la norma UNE 100012: t.
Operación nº 39. Revisión de la calidad ambiental según criterios de la norma UNE 171330: t.
t: una vez por temporada (año)
La norma UNE 100012 es bastante conocida en el sector porque era obligatorio tenerla en consideración en la puesta en marcha de las instalaciones. Ahora será preciso hacer ensayos anualmente como parte del mantenimiento. Dichos ensayos implican la revisión de la contaminación microbiana en la superficie de los conductos mediante placas de contacto y la toma de muestras tipo gravimetría, para determinar el peso del polvo depositado en las superficies de los conductos.
La norma 171330 es una novedad en el RITE e implica la realización de determinaciones ambientales, directamente del aire respirado por los usuarios, en un número de puntos que depende de la superficie del edificio.Se han de medir unos parámetros básicos como partículas en suspensión, microorganismos, dióxido y monóxido de carbono y el confort térmico y deja a criterio del inspector el análisis de otros parámetros tanto químicos como físicos.
En 1990 (hace 23 años ya) fui contratado por una empresa norteamericana que realizaba estudios de calidad ambiental en el interior de edificios, principalmente edificios de oficinas, hospitales, centros comerciales y de transporte, etc. y que tenía interés en instalarse en Europa. En aquel momento hablar de estos conceptos en España era predicar en el desierto, pero yo siempre tuve claro que la salud de las personas es prioritaria y estaba seguro de que tarde o temprano los edificios deberían realizar algún tipo de chequeo para asegurar que sus instalaciones se mantienen en condiciones aceptables para la salud y el confort de sus usuarios. Durante todos estos años muchos edificios han contratado nuestros servicios de un modo voluntario.
Las instalaciones de los edificios no se diseñan y sobre todo no se mantienen en condiciones confortables, saludables e higiénicas por si solas, esto ha de hacerse de acuerdo a una planificación que afecta en las diferentes etapas de vida del edificio. La reglamentación legal ha tardado tiempo en llegar pero finalmente la última modificación del RITE de Abril de 2013 ha recogido las normas que permiten asegurar la calidad ambiental en el interior de los edificios. Muchos pensarán que es otra imposición y gasto adicional pero, creo que esta normativa ayudará a que nuestros edificios y muy especialmente nuestros hospitales mejoren su calidad ambiental y por tanto mejore la salud de todos; así como el confort que a su vez repercutirá en una mayor productividad y menor absentismo. Para la sociedad en su conjunto la normativa tendrá repercusiones netamente positivas. No olvidemos las recientes noticias que relacionan la contaminación ambiental con el cáncer de pulmón y siempre pensamos en la calidad del aire exterior cuando se trata de contaminación. Es un error, porque pasamos la mayor parte de nuestra vida dentro de los espacios cerrados que afortunadamente ahora deberán demostrar que mantienen una correcta calidad ambiental.
Paulino Pastor Pérez
Director Socio de Ambisalud
(*) Paulino Pastor, ingeniero industrial, es el Presidente de la Federación Española de Empresas de Calidad de Aire interior (FEDECAi), miembro del Comité Científico Técnico de ATECYR.
Paulino Pastor